Un equipo de científicos del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) ha liderado un estudio que desvela un nuevo mecanismo implicado en la inflamación pulmonar severa. Este hallazgo es fundamental para entender las complicaciones y la mortalidad asociadas a enfermedades respiratorias graves, como la causada por la covid-19. La investigación ha identificado que el receptor del factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1, conocido como IGF1R, juega un papel crucial en la temida “tormenta de citoquinas”. Este fenómeno consiste en una respuesta inflamatoria descontrolada que puede provocar daños irreparables en el tejido pulmonar. El estudio ha sido dirigido por la unidad de Cáncer de Pulmón y Enfermedades Respiratorias del CIBIR, encabezada por el doctor José Manuel García Pichel. Mediante el uso de técnicas avanzadas de análisis genómico y estudios experimentales, el equipo ha profundizado en el papel del IGF1R, un receptor tradicionalmente asociado al crecimiento celular y al metabolismo. Los investigadores han podido determinar que la actividad de este receptor se altera en situaciones de daño pulmonar, lo que contribuye directamente a desencadenar una respuesta inflamatoria mucho más severa de lo normal. Para comprobar su hipótesis, los científicos trabajaron con modelos animales modificados genéticamente para no expresar el receptor IGF1R, además de utilizar datos de pacientes con covid-19. Los resultados han sido contundentes: los animales sin el receptor mostraron una inflamación notablemente menor y un daño alveolar reducido en comparación con los que sí lo tenían. Estos datos han indicado que la ausencia de IGF1R confiere una mayor protección frente a este tipo de lesiones pulmonares. El análisis del material genético de los pulmones también ha revelado que, sin este factor, se revierten muchos de los cambios moleculares provocados por la lesión y se reduce la activación de los genes implicados en la “tormenta de citoquinas”. Los hallazgos, publicados en la prestigiosa revista científica ‘Respiratory Research’, van más allá de la propia inflamación. Los investigadores han observado un menor daño y estrés en el ADN de las células pulmonares, así como cambios en el metabolismo celular, como una reducción de la actividad mitocondrial y de la glicólisis. Este descubrimiento es especialmente relevante, ya que el síndrome de distrés respiratorio agudo sigue sin contar con tratamientos específicos eficaces y presenta una elevada mortalidad. El estudio amplía así el conocimiento sobre los complejos mecanismos que regulan la actividad pulmonar y abre nuevas vías para el desarrollo de terapias. El Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR), integrado en la Fundación Rioja Salud, es hoy uno de los pilares del avance científico en La Rioja. Concebido como una estructura moderna y versátil, su propósito es claro, impulsar la investigación en Ciencias de la Salud y acercarla al día a día de los pacientes. Con más de 12.000 metros cuadrados de superficie, el centro representa la apuesta de La Rioja por una ciencia útil, aplicada y al servicio del progreso sanitario. Desde que comenzó su actividad en 2008, el CIBIR ha consolidado un modelo de investigación traslacional, es decir, una investigación que parte del laboratorio y se traslada directamente a la práctica clínica. De esta forma, el conocimiento científico se convierte en mejores diagnósticos, tratamientos y cuidados dentro del Sistema Sanitario Público riojano. El centro cuenta actualmente con 10 Unidades de Investigación organizadas en cinco áreas estratégicas, Enfermedades Infecciosas, Oncología, Enfermedades Neurodegenerativas, Resistencia a Antibióticos y Economía de la Salud. En ellas trabajan equipos multidisciplinares que buscan desde nuevas terapias contra el cáncer hasta soluciones frente al creciente problema de las bacterias resistentes o el impacto económico de las políticas sanitarias. A su vez, el CIBIR dispone de cuatro Plataformas Tecnológicas que refuerzan su capacidad investigadora y facilitan la colaboración con universidades, hospitales y empresas del sector biotecnológico. Estas plataformas —Genómica y Bioinformática, Bioética y Educación Médica, Investigación Biomédica y Apoyo a la Investigación Clínica— ofrecen soporte técnico, desarrollan proyectos propios y promueven el intercambio de conocimiento con otros centros. La misión del CIBIR se apoya en tres pilares fundamentales. Primero, contribuir al desarrollo de nuevas terapias y tratamientos que mejoren la salud y la calidad de vida de las personas. Segundo, formar a los profesionales sanitarios del futuro, integrando la investigación en su aprendizaje a través de prácticas, estancias y tesis doctorales. Y tercero, impulsar una red biotecnológica riojana que genere innovación, empleo y crecimiento económico en la región. En definitiva, el CIBIR es mucho más que un edificio o un conjunto de laboratorios, es un motor de conocimiento, innovación y futuro para La Rioja, donde la ciencia trabaja codo a codo con la sanidad pública para cuidar mejor de todos.