El belén que vuelve a hablar gracias a manos toledanas

Durante semanas, en silencio y lejos del público, manos expertas han trabajado para devolver el color, la profundidad y la emoción a un belén barroco portugués del siglo XVIII que hoy vuelve a mostrarse al visitante en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), en Madrid. Quienes han firmado esa recuperación no proceden de Lisboa ni de la capital, sino de Toledo. Alcaén Restaura es la empresa responsable de la intervención sobre este conjunto escultórico, obra del portugués António Ferreira, que se expone de forma excepcional en la Vitrina Cero, el espacio reservado por el museo a piezas singulares. Un trabajo de conservación que ha permitido recuperar no solo la policromía original, sino también el relato visual y simbólico de una de las grandes expresiones del belén barroco europeo. El belén restaurado es una compleja narración visual. Así lo explica a este diario Luis Miguel Muñoz, uno de los restauradores de Alcaén Restaura , cuyas palabras ayudan a entender la dimensión artística del conjunto: «No es solo una representación de un belén sino un auténtico teatro sacro en miniatura, donde conviven lo divino y lo cotidiano», comenta. Las figuras, modeladas en terracota policromada, destacan por su intensa expresividad, los gestos teatrales y un marcado sentido narrativo que remite directamente al Barroco portugués, profundamente ligado a la religiosidad popular y a la tradición belenista lusa. Cada escena está concebida para ser recorrida con la mirada, invitando al espectador a detenerse en los detalles. «Cada personaje, modelado con gran detalle, contribuye a una escena dinámica y viva, pensada para ser contemplada de cerca, invitando al espectador a recorrer visualmente el relato y a descubrir matices en cada mirada, postura y pliegue del ropaje, e incluso aditamentos», subraya Muñoz. La restauración realizada por esta empresa toledana permite recuperar no solo la estabilidad material del conjunto, sino también su capacidad de emocionar y comunicar. Y es que el belén barroco fue, en su origen, una forma de devoción, pero también un recurso pedagógico y un ejercicio artístico destinado a impactar al espectador . Hoy, siglos después, sigue dialogando con el público desde la Vitrina Cero del MAN. La exposición de este conjunto escultórico se puede visitar en el museo nacional hasta el 11 de enero.