Golpe a la ayuda humanitaria en América Latina: recorte de proyectos por 2.000 millones de dólares anuales

USAID (la agencia de ayuda al desarrollo de Estados Unidos) ha sido en América Latina la sigla de una paradoja: para unos, un instrumento de colaboración inestimable de la Casa Blanca con los necesitados de la región. Otros, en cambio, desde los comienzos de la revolución cubana al chavismo y sus sucesores o aliados, la han visto como un modo de ejercer el soft power. Pero esas controversias carecen de actualidad desde que la Administración de Donald Trump decidió intempestivamente embestir contra esa agencia de cooperación. El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, responsable de una reorientación radical de la política de Washington al sur del Río Bravo, no ha tenido empacho en eliminar cerca de 5.800 programas financiados por USAID y cancelar unas 4.100 subvenciones.