Los evangélicos de Trump tocan el cielo

La ceremonia política religiosa para despedir a Charlie Kirk, el joven e influyente ultraconservador asesinado el pasado mes de septiembre, fue una muestra más del poder que ha adquirido en Estados Unidos el nacionalismo cristiano. La capacidad de estos movimientos ultras pertenecientes principalmente a iglesias evangélicas para trepar a lo más alto de poder no es nueva, pero con Trump en la Casa Blanca han tocado el cielo. Basta con echar un vistazo a la colección de imágenes en las que telepredicadores evangelistas rodean y oran en trance junto al presidente. Es como si estuvieran adorando a una divinidad. "Sin ley y sin Dios no hay Estados Unidos", dijo Trump en la multitudinaria ceremonia por Kirk.