Desde los mitos antiguos a los laboratorios de hoy, la humanidad siempre ha soñado con vencer al tiempo. El genetista molecular y pionero de la medicina genómica en España, Javier Gamboa, aborda este anhelo en su nuevo libro, Inmortales, la ciencia detrás de los dioses, del que ha charlado en COPE Euskadi. En él, busca separar las evidencias científicas reales del "humo" vendido por intereses económicos o simples exageraciones en el emergente mercado de alargar la vida humana. Gamboa asegura que hemos alcanzado "niveles de avance francamente impensables hace una década". El problema, señala, no es solo el nivel actual, sino el crecimiento absolutamente exponencial de los avances científicos. Esta aceleración constante hace difícil predecir cuándo se alcanzará la llamada "velocidad de escape", el punto en que la ciencia avance más rápido que el deterioro del envejecimiento. El experto distingue entre lifespan (alargar la vida a cualquier precio) y healthspan (vivir más, pero mejor). Este último concepto es, para Gamboa, el enfoque inteligente, ya que se centra en aumentar la calidad de vida en los últimos años. "No se trata de vivir más por batir récords Guinness, sino de vivir lo que la ciencia nos permita de la mejor manera posible", aclara. Uno de los grandes debates es el acceso a estas terapias. Multimillonarios como Jeff Bezos ya invierten fortunas y conversaciones como la de Putin con Xi Jinping sobre vivir 150 años demuestran que está "encima de la mesa para unas determinadas élites". Gamboa recuerda que esto es una constante histórica, como ocurrió en sus inicios con los antibióticos o la insulina, que primero fueron accesibles para unos pocos privilegiados. Un ejemplo actual es Casgevi, una de las primeras terapias de edición génica aprobadas que puede sanar por completo la anemia falciforme. ¿El problema? Su precio, que ronda los dos millones de euros por tratamiento. Esto confirma, según el genetista, que inicialmente estos avances "estarán al alcance de unos pocos". A la pregunta de si como sociedad estamos preparados, la respuesta del experto es un "no" rotundo. Advierte de que incluso avances más accesibles que aumenten la esperanza de vida 30 años harían colapsar los sistemas de pensiones y económicos. Esto generaría problemas de sucesión, herencia y transmisión del poder para los que "la sociedad humana en general no está preparada". Gamboa concluye con una reflexión sobre la paradoja actual: buscamos alargar la vida mientras, por primera vez, "la especie humana es capaz de extinguirse a sí misma". Para él, la muerte es "absolutamente intrínseca a la vida" y los intentos de superarla nos meten en una espiral donde cada solución genera problemas mayores, un aumento de la entropía que, finalmente, lleva al colapso.