El Obispillo de Burgos reclamará a la alcaldesa más visibilidad para los Pueri Cantores de la Catedral

Burgos celebra este domingo, 28 de diciembre, la tradicional fiesta del Obispillo, una jornada que este año tiene como protagonista a Beltrán Rubio, un joven de 12 años perteneciente a los Pueri Cantores de la Catedral. En una entrevista en el programa 'El Espejo' de COPE Burgos, Beltrán ha confesado sentirse orgulloso por el honor, pero sin nervios. "Es algo por lo que hay que estar orgulloso, pero no, nervioso, no", ha asegurado. La agenda del joven monseñor comenzará en las Salesas, donde le impondrán las insignias episcopales. Posteriormente, pondrá la cruz a los nuevos compañeros de la escolanía, dirigirá un discurso al arzobispo y, finalmente, se desplazará a caballo hasta el Ayuntamiento de Burgos. Allí, desde el balcón, leerá su discurso ante la alcaldesa y los ciudadanos presentes. Beltrán Rubio ha adelantado que su discurso, aun en preparación, tendrá un tono reivindicativo. Su principal petición a la alcaldesa será "tener, sobre todo, un poco más de importancia como coro". Además, quiere dejar claro que la escolanía no se limita a cantar en las misas. "Me parece que mucha gente es lo que se cree y no es así", ha subrayado el joven. Cuando no ejerce de Obispillo, Beltrán es un joven aficionado "al baloncesto y la música". Toca la trompeta en la banda de San Gil y, aunque solo lleva desde el año pasado en la Escolanía de los Pueri Cantores, ha hecho "muchos amigos" y se lo pasa "muy bien". Amador Pérez, director de la escolanía, ha confirmado en el mismo programa que el coro ha incorporado a tres nuevas compañeras. Sin embargo, ha asegurado que la tradición se mantendrá intacta: "Siempre seguirá siendo la fiesta del Obispillo, Obispillo niño. Hay que mantener la tradición". El director ha defendido la música como "un vehículo que transmite muchos valores", como el compañerismo y el espíritu de equipo. En el caso de los Pueri Cantores, también se inculcan "valores cristianos", ya que se explica a los niños el significado de las misas y los salmos, convirtiéndose en "una pequeña clase de religión". Formar parte del coro no requiere una exigencia extrema, pero sí "un compromiso", según Pérez. Lo principal, afirma, es "tener ganas de cantar". Para facilitar la asistencia, los ensayos se reparten y se envían audios y partituras a los niños. Preguntado por el aparente resurgir de la música religiosa, Amador cree que las nuevas generaciones buscan una alternativa a ciertos estilos musicales. "Estamos un poco hartos de reguetón, entonces queremos volver un poco a lo tradicional", ha opinado. Considera que los jóvenes han dejado "la espiritualidad al lado y ahora quieren volver", encontrando en la música sacra "el mensaje al que agarrarse". Tras 13 años al frente de la escolanía, Amador lo considera "un orgullo" y un esfuerzo que "se ve recompensado" al ver disfrutar a los niños. A pesar de que en los ensayos a veces tenga que reñirles, concluye que la experiencia de dirigirles le hace disfrutar "mucho". El director ha destacado que la Catedral de Burgos sigue apostando por la formación por "la calidad que tienen". La escolanía se complementa ahora con la Coral Juvenil, que ha adoptado el nombre de 'Voce ex Caelo' ('Voces desde el cielo'). En total, ambas agrupaciones suman 44 componentes, permitiendo una gran versatilidad de timbres y colores en sus actuaciones.