La línea de alta velocidad Madrid-Andalucía ha sufrido un nuevo caos ferroviario en la mañana de este domingo. Cientos de pasajeros que viajaban en trenes procedentes de Sevilla y Málaga se han quedado atrapados durante horas debido a una incidencia en la infraestructura. La situación ha sido actualizada en el programa 'Fin de Semana' de COPE, con Antonio Herráiz, que ha seguido de cerca el desarrollo de los acontecimientos. El primer tren afectado es un Iryo que partió de la estación de Santa Justa (Sevilla) a las 6:55 de la mañana con destino a Madrid. Según la información proporcionada por un periodista de COPE a bordo del tren, el convoy se encuentra detenido desde las 8:45 horas a la altura de Malagón, en la provincia de Ciudad Real. El periodista Agustín, uno de los pasajeros afectados, ha relatado la incertidumbre vivida dentro del tren: "Salimos de Sevilla a las 6:55 hacia Madrid, tendríamos que haber llegado sobre las diez menos cuarto, y el tren está parado desde hace una hora y nadie nos ha explicado nada por qué". Además, ha añadido que "comenta por aquí alguien que podría haber algún problema eléctrico". La situación se ha complicado al confirmarse que no era un caso aislado. El gestor de infraestructuras ferroviarias, Adif, ha informado de que otro tren que realizaba el trayecto Málaga-Madrid también se encuentra detenido por la misma incidencia, lo que eleva considerablemente el número de viajeros afectados por este nuevo fallo en el servicio. Este tipo de incidentes reaviva el debate sobre la fiabilidad del servicio ferroviario en España. Ante las averías y retrasos, organizaciones como la OCU recuerdan a los viajeros sus derechos y cuándo se tiene derecho a una compensación económica. La reiteración de problemas ha generado un considerable malestar social. De hecho, no es la primera vez que la línea andaluza sufre problemas de este calibre. Un retraso similar en pleno inicio de la Feria de Abril provocó sonadas reacciones, como la de Cayetano Rivera al ministro Óscar Puente. Estas situaciones han puesto el foco en la gestión de la infraestructura y en la puntualidad del servicio, un tema sobre el que el propio ministro ha debatido públicamente, defendiendo la fiabilidad general de la red de alta velocidad española.