Extremadura vuelve a la casilla de salida: todo lo que exige Vox a Guardiola para gobernar

El PP se la ha jugado convocando elecciones en Extremadura. Es la primera conclusión que se puede extraer de un resultado electoral insuficiente para que María Guardiola gobierne en solitario y que hace que tenga que plegarse a las radicales exigencias de la ultraderecha, que ha subido como la espuma en una región donde el descalabro del PSOE ha sido flagrante. Los 'populares' tenían la intención de aprovechar su aparente buen momento político y los sondeos, de hecho, les auguraban éxito porcentual, ya que podían apuntarse el tanto de sacarle una decena de puntos a los socialistas y lanzar así un statement legible en clave nacional. No obstante, el margen no ha sido tan holgado y ahora, si quiere gobernar, Guardiola tiene que ceder a las demandas de Vox. Entre ellas, eliminar lo que ellos consideran "gasto superfluo" en subvenciones a los sindicatos y las ayudas a las asociaciones que promueven la cooperación internacional o lo que ellos llaman "ideología de género". En la misma línea, piden la derogación de la Ley LGTBI de Extremadura, que se aprobó bajo el mandato de José Antonio Monago (PP) en el año 2015. Estas peticiones son líneas rojas de la ultraderecha para abstenerse en el debate de investidura de Guardiola y posibilitar así que revalide el mandato. El proceso para limar asperezas ya ha comenzado: el martes, la presidenta de la Junta en funciones llamó a Óscar Fernández, candidato de Vox, para comprobar su predisposición para sentarse a negociar. Fuentes del PP apuntan que el tono de aquella llamada fue "cordial" y fuentes de Vox matizan que "sólo se trató de un contacto telefónico donde se trató la posibilidad de comenzar a negociar, nada más". No se puso fecha para la primera reunión formal, pero se abrió la veda para dialogar. "Se ha roto el hielo, que ya es mucho", celebran desde las filas 'populares'. Antecedentes no especialmente positivos Tras las elecciones de 2023, vencidas por el PSOE, el primer contacto entre PP y Vox tardó mucho más en llegar que en esta ocasión porque Guardiola exploró entonces en primer lugar la posibilidad de abstención de Guillermo Fernández Vara. No obstante, el escenario ahora es distinto, y tras la dimisión de Gallardo, la 'popular' no quiso perder el tiempo y ha empezado a dialogar con Vox, de quien depende, a efectos prácticos, su futuro como presidenta de la Junta de Extremadura. La posición del PSOE, con José Luis Quintana, delegado del Gobierno y persona de máxima confianza de Pedro Sánchez, recién designado como presidente de la Gestora, es también clara: "Sería un fracaso que Guardiola nos pidiera la abstención, nosotros no se lo vamos a ofrecer". Los primeros movimientos de Guardiola que llegar en consonancia con un documento inicial de 200 medidas que no es nuevo, ya que es el mismo que la formación de Abascal le hizo llegar para negociar los Presupuestos y que la presidenta de la Junta rechazó al detectar medidas "fuera de la ley". Paralelamente, el tiempo desvelará si...