En octubre de 2021, Olga Moreno (50 años) y Antonio David Flores pusieron fin a su matrimonio después de 21 años juntos, 12 de matrimonio y una niña en común, Lola , que hoy tiene 12 años. Al parecer, la pareja no pudo superar una importante crisis por la que lucharon durante un año entero. Esto les llevó primero a un distanciamiento entre los dos, en el que el exmarido de Rocío Carrasco se fue a vivir en Madrid mientras que la diseñadora sevillana optó por permanecer en Málaga centrada en la venta de su línea de ropa. Una larga historia de amor que llegó a su fin a causa de las supuestas infidelidades por parte del excolaborador de Telecinco. Sin embargo, la vida sentimental de Olga Moreno ha seguido copando los titulares de la prensa rosa. Un año después de su divorcio, la ganadora de la edición de 2021 de 'Supervivientes' vivió una especie de 'renacer' en el ámbito sentimental. Tal y como ella misma confirmó entonces, logró recuperar la sonrisa gracias a Agustín Etienne , con quien consolidó su relación a pasos agigantados y de quien confesó que era «el hombre que toda mujer querría tener a su lado». No le faltaban buenas palabras para describir a Agustín como una persona educada, respetuosa y amable. El tiempo, que lo cura todo, hizo su trabajo y Olga volvió a sonreír gracias al conocido representante de artistas y ex pareja de la famosa Arancha de Benito . Tres años después, parece que su historia de amor está pasando uno de sus peores momentos. Así lo ha vuelto a confirmar la propia colaboradora de televisión anoche durante su entrevista concedida al programa '¡De Viernes!', presentado por Santi Acosta y Bea Archidona . Fue hace unos días cuando Olga se derrumbó en el plató de 'El tiempo justo', donde trabaja como colaboradora. Momento en el que empezaron los rumores sobre una posible crisis con Agustín Etienne. «El martes pasado no fue uno de mis mejores días, no hay una relación directa entre mi estado de ánimo y mi relación de pareja. Son fechas muy señaladas, echo de menos a mi madre y me derrumbé», se sinceró en relación al fallecimiento de su madre el pasado mes de junio a los 82 años. «Me derrumbé porque justo antes había tenido una conversación con un familiar sobre cómo íbamos a pasar las Navidades y estaba mal. Mi padre no quiere hacer absolutamente nada, y yo soy persona, y me derrumbé en ese momento», añadió. Aunque sí que reconoció que «sí que es verdad que ese día discutí con Agustín, lo reconozco, son diferencias que tenemos, que él quiere unas cosas y yo quiero otras, pero no es nada que no se pueda resolver». Y ha querido dejar claro que esa discusión no se debió a una infidelidad por parte de él. «Yo te puedo asegurar que de los tres años que llevo con Agustín, no me ha sido infiel. Te lo puedo asegurar. 100%. Yo pongo la mano en el fuego, yo estoy segura, segurísima de que no me ha sido infiel. Ni yo a él», sentenció. Y también dejó claro que lo suyo con Agustín era real y no parte de un montaje como muchos detractores se atrevieron a asegurar. «En el momento en que le doy un beso, me podía llegar a atraer, pero es que también me contradigo, porque decía, este hombre es un poquito gay. Siempre lo he dicho. Pero mira, de la noche a la mañana le planto un beso y aquí estoy. Y se ha dicho también que era un montaje, ¿un montaje de tres años?», ironizó. «Con él estoy muy bien, tengo mis días mejores, días peores, como cualquier pareja, pero hoy estamos bien. Hoy estamos, gracias a Dios. Algunas mañanas no estamos, pero también te puede pasar a ti como cualquier pareja. Seguimos viviendo juntos, una semana sí, otra no», zanjó.