“El cuarto de los padres hoy está muy vacío […] / ¡[…] ya no hay dulces sorpresas! / ¡Qué triste es para ellos el día de Año Nuevo!”. Estos versos podrían acunarse en la melancólica tonada navideña interpretada por Luis Aguilé: “Ven a mi casa esta Navidad”. Sin embargo, el corte del poema citado en la primera línea “El aguinaldo de los huérfanos”, de Arthur Rimbaud, recuerda a la dicha y al infortunio. Leído desde el presente, dialoga con una realidad peruana que desborda el símbolo y lo vuelve dato.