La odisea de ir a estudiar

Para miles de estudiantes universitarios, la jornada académica no empieza en el aula, sino a las 5:30 a.m. en un paradero. Esta odisea diaria es un agotamiento que pagamos antes de empezar la primera clase. Hemos normalizado el “viajar así” como un “sacrificio”, sin darnos cuenta de que nos estanca.