La nieve cubre las sierras del Albacete y deja estas imágenes espectaculares

La Sierra del Segura ha vuelto a ofrecer un paisaje plenamente invernal tras la última nevada en la provincia de Albacete, que ha cubierto de blanco el Macizo de la Sarga y el Padrón de Bienservida, en Villaverde de Guadalimar, y el Calar de la Sima, en Yeste. Las imágenes, difundidas en redes por MeteoHellin y la fotógrafa Laura Altuzarra , muestran estampas poco habituales en Castilla-La Mancha. La nieve, como muestran las imágenes, se ha asentado con fuerza en el Pico de la Bandera, uno de los puntos más elevados del Calar de la Sima. Este enclave, de gran valor ambiental y paisajístico, aparece estos días cubierto por un manto blanco casi continuo, con pinares cargados de nieve , formaciones rocosas heladas y un mar de nubes envolviendo las cumbres, ofreciendo una de las imágenes más singulares del invierno en Castilla-La Mancha. Buena parte de estas escenas han llegado al gran público gracias a la labor de divulgación que realiza en redes sociales Miguel Ángel RB, responsable de la cuenta Meteo Hellín, un perfil de referencia para el seguimiento de fenómenos meteorológicos adversos . A través de fotografías, vídeos y explicaciones accesibles, la cuenta documenta la evolución de las nevadas y acerca la meteorología de montaña a miles de seguidores. Entre las imágenes compartidas destacan especialmente las realizadas por la fotógrafa Laura Altuzarra , cuyas instantáneas han captado la crudeza y la belleza del episodio invernal. En una de ellas, tomada en el Calar de la Sima, se observa una extensa nevada salpicada de pinos cubiertos por una gruesa capa blanca, con las copas vencidas por el peso de la nieve y un cielo bajo que refuerza la sensación de aislamiento y frío extremo . Aún más llamativa resulta otra de sus fotografías, convertida ya en una de las más comentadas en redes: un pequeño belén completamente helado en plena montaña . Las figuras reposan al pie de un hito de roca transformado en un bloque glaciar por la acción continuada del viento y las bajas temperaturas. La escena, tan simbólica como sobrecogedora, muestra cómo la tradición navideña queda literalmente congelada en uno de los parajes más elevados y abruptos de la Sierra del Segura.