Durante años asociamos a las garrapatas con el campo, los pastizales o zonas rurales alejadas. Sin embargo, algo cambió. Cada vez aparecen con más frecuencia en jardines urbanos, patios familiares y terrazas donde conviven personas y mascotas. La combinación de humedad, sombra, césped alto y animales domésticos crea el escenario perfecto para que estos parásitos prosperen sin que apenas lo notemos.