Enrique Ortuño, abuelo de la familia desaparecida en Indonesia: "Si no aparecen mis nietos, en dos o tres días dejarían de buscar"

La tragedia ha golpeado a una familia española que se encontraba de vacaciones en Indonesia. Una embarcación turística ha naufragado en aguas del Parque Nacional de Komodo, dejando un balance de cuatro desaparecidos: el padre y sus tres hijos de 12, 10 y 9 años. La madre y otra hija de 7 años han conseguido ser rescatadas con vida y se encuentran en la zona, asistidas por las autoridades. El suceso ha ocurrido en el mar de Flores, cerca de la isla de Padar, uno de los enclaves más conocidos del archipiélago. Enrique Ortuño, abuelo materno de los niños, ha contado en exclusiva para COPE la desolación de la familia. El viaje era un regalo para los hijos, que ya tenían "una cierta edad", para que pudieran disfrutar de unos paseos por las islas y ver de cerca al famoso dragón de Komodo. Lo que prometían ser unas vacaciones de ensueño "se ha convertido en tragedia", lamenta el abuelo. Aunque las causas oficiales del siniestro todavía se están investigando, la familia tiene sus sospechas. Enrique Ortuño apunta directamente al estado de la embarcación. "Pienso yo que por el mal uso y cómo se mantienen los barcos", ha señalado. En concreto, ha detallado que se trataba de un barco de madera, un factor que podría haber influido en el rápido hundimiento. La madre de los menores y superviviente del naufragio fue testigo directo del horror. Según el relato de su abuelo, la hija de Ortuño "vivió en directo todo" y presenció cómo se hundía la embarcación con su familia a bordo. "Dice que ella vio el barco hundirse y con ellos a su familia", ha explicado conmocionado. Actualmente, la madre y su hija pequeña se encuentran a la espera de noticias, recibiendo el apoyo de personal consular. Las labores de búsqueda y rescate se enfrentan a enormes dificultades. "Allí hay muchas corrientes y aún no han encontrado el barco, han encontrado unos trozos", ha afirmado Ortuño. La noche en Indonesia, con una diferencia horaria de seis horas con España, complica las operaciones, que se reanudan con toda su intensidad con las primeras luces del día. Sin embargo, el tiempo apremia y la angustia crece. Las autoridades locales ya han comunicado a la familia el peor de los escenarios. Según le ha transmitido la delegada del Gobierno, el operativo tiene fecha de finalización. "Si no aparecen mis nietos, en 2, 3 días, final de año, dejarían de buscar", ha revelado el abuelo. A pesar de la dureza de la noticia, la familia no pierde la fe. "Sabemos que es muy difícil, pero como somos católicos, no nos queda otra", ha expresado. El pesimismo, sin embargo, es inevitable ante la falta de avances. "Honestamente, por lo que me han ido contando, pues van a ser muy malos", ha confesado con entereza sobre los posibles resultados de la búsqueda. La comunicación con su hija es constante, a través de un teléfono proporcionado por el consulado, para "que ella mantenga el ánimo". En medio del dolor y la incertidumbre en un país tan lejano, Enrique Ortuño ha querido tener palabras de agradecimiento para las instituciones españolas. "Tanto la embajada en Jaccarta como el consulado se han portado genial", ha destacado. El abuelo cree que la rápida actuación de la Guardia Civil y la Policía Nacional a altas instancias ha sido clave para que la familia reciba un trato excepcional. "Nos han hecho un poco más fácil lo difícil de la situación", ha concluido.