"Las tradiciones compartidas realzan el efecto de la silla vacía"

Muchas familias, con la intención de “protegerse”, caen en no mencionar a la persona fallecida “para no hacer daño”, pero eso a veces crea una tensión silenciosa, un ambiente artificial “donde cada cual se traga su dolor”, describe Ricardo Bravo de Medina, voz autorizada del Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia, quien lanza un consejo válido para cualquier momento del año, no solo en Navidades: mantener el recuerdo vivo es una manera de integrar a esa persona en la familia de otra forma.