El Ayuntamiento de Montilla ordenó la paralización del mecanismo que abría la puerta de la cochera por las molestias que provocaba a los vecinos El Defensor del Pueblo Andaluz ha logrado que se apliquen medidas correctoras en un garaje de Montilla, tras una denuncia vecinal por el elevado nivel de ruido que provocaba la apertura y cierre constante de la puerta automática de la cochera. El organismo ha conseguido que el Ayuntamiento de Montilla ordenase la paralización del mecanismo hasta que se sustituyese por uno menos ruidoso y acorde con los límites acústicos legales, ante las continuas molestias que sufrían los residentes afectados. Según la resolución registrada como Queja número 24/9375, un vecino de Montilla solicitó la intervención de la institución para denunciar que los niveles sonoros generados por la puerta del garaje —propiedad de una empresa y usada por múltiples usuarios— superaban con holgura los máximos establecidos por la normativa contra la contaminación acústica. El ruido era especialmente intenso durante las primeras horas de la mañana, cuando el tránsito de vehículos era mayor, y afectaba de forma directa al descanso y la calidad de vida de quienes vivían en las viviendas colindantes. Tras admitir a trámite la queja, el Defensor solicitó al Ayuntamiento de Montilla información sobre las actuaciones municipales. Los servicios técnicos del consistorio realizaron mediciones acústicas que determinaron que el sonido de la apertura excedía en más de 6 decibelios (dBA) el nivel máximo permitido por ley en zonas residenciales. El informe técnico señaló que esta infracción era considerada muy grave y exigía la adopción inmediata de medidas para corregir la situación. Como resultado de esas mediciones, el Ayuntamiento ordenó la paralización del uso del mecanismo de apertura del garaje hasta que se ajustase a los parámetros acústicos establecidos. Entre las medidas provisionales sugeridas estaban la insonorización del motor, la instalación de amortiguadores, y la sustitución de elementos generadores de ruido, con el fin de reducir la transmisión de vibraciones y niveles sonoros al entorno. Sustitución por un motor silencioso Tras estos pasos, la empresa titular de las cocheras procedió a implementar medidas correctivas. De acuerdo con la documentación aportada al Defensor, se cambió el motor original por uno electromecánico de características más silenciosas y se reforzó la batiente de la puerta con material amortiguador para minimizar el impacto acústico. Una nueva medición acústica certificada por técnico independiente determinó que la intervención había sido satisfactoria y que los niveles de ruido quedaban dentro de los límites legales permitidos. Con la verificación técnica favorable, la instancia promovida por el Defensor quedó resuelta y el expediente fue cerrado y archivado, al considerar que la queja había sido atendida con eficacia y que se había restaurado el derecho al descanso de los vecinos afectados.