El avance de la humanidad procede desde nuestros corazones, igual que se hace de la necesidad virtud. La guerra de Ucrania se prolonga ya dos años, y son palabras amargas: muerte, sufrimiento y destrucción; tras la contienda las flores mueren, aunque su perfume persiste por un tiempo. ¿Cuántos cientos de miles de vidas de soldados de uno y otro bando está costando esa guerra caprichosa por sus ansias imperialistas?