Me cae bien Juanfran Pérez Llorca, pero no se asusten, eso no quiere decir nada. De hecho, hay muchas ranas chapoteando en el estanque de políticos que me caían bien y al final se revelaron como unos cantamañanas. De los presidentes de la Generalitat Valenciana, y los he conocido a todos, ninguno me ha caído especialmente mal, aunque algunos fueran de esos de ni un mal gesto ni una buena acción. O sea, que me agraden no significa mucho y, me temo, les he dado estacazos como panes, aunque me cayeran bien, cuando hacían algo mal. Duro oficio éste.