SailGP se lo pierde

hay decisiones que uno puede entender. Y hay otras que, por más que las analice, resultan difíciles de digerir. La salida de SailGP de Cádiz pertenece, sin duda, a esta segunda categoría. Después de cuatro ediciones impecables —2021, 2022, 2023 y 2025— el circuito comunicaba a principios de diciembre oficialmente a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento que en 2026 buscará otro destino. Y, sinceramente, cuesta explicarlo. Porque si algo ha hecho Cádiz es cumplir. Y hacerlo bien. De cara a la edición de 2026 el compromiso era importante, pero es cierto que SailGP se mueve en cifras superiores. La oferta es que la Junta aportaba 2 millones, el Ayuntamiento, 1 millón y la Diputación, 500.000 euros. Una inversión «ambiciosísima», como reconocen las propias instituciones, destinada a algo más que un fin de semana de competición: se buscaba consolidar la Bahía como sede fija de uno de los circuitos náuticos más mediáticos del mundo. Y razones no faltaban. Cádiz ofrece un campo de regatas espectacular, imprevisible, emocionante, puro SailGP. Probablemente el único lugar en España donde se puede ver la competición de forma tan directa. Regaló imágenes icónicas que dieron la vuelta al planeta. Llenó el Paseo Santa Bárbara año tras año. Y lo hizo con un entusiasmo que ya quisieran muchas sedes con presupuestos muy superiores. Mientras tanto, la alianza institucional trabajaba de forma seria, coordinada, silenciosa para que el evento echara raíces. Se cumplió con los requisitos técnicos, logísticos y económicos. Se creó un entorno favorable para que la marca internacional creciera y, de paso, para que Andalucía se consolidara como destino náutico de referencia. Y, sin embargo, no ha bastado. La organización de SailGP ha decidido buscar otros objetivos. No sabemos si por estrategia global, por nuevas ambiciones comerciales o por la simple inercia de rotar sedes. Lo cierto es que el campeonato se va… justo después de que Cádiz demostrara que puede estar —y de hecho estuvo— al nivel de Sídney, San Francisco o Saint-Tropez. La buena noticia es que esta no es una despedida sino que puede ser un 'hasta luego'. Y que la puerta a un regreso futuro de SailGP no está cerrada. La Junta y el Ayuntamiento ya han dejado claro que seguirán apostando por el deporte náutico de alto nivel. Que la Foiling Base de Cádiz, un proyecto ejemplar de formación, innovación e inclusión, seguirá creciendo. Cádiz no pierde su esencia porque un circuito cambie de rumbo. La Bahía seguirá siendo lo que siempre ha sido: Un escenario único, un imán para la vela y un lugar donde los grandes eventos, cuando llegan, se sienten como en casa. Y quizá, quién sabe, SailGP vuelva a llamarla. Porque hay amores que, aunque se tomen un respiro, nunca se olvidan. El sabor es agridulce: Cádiz hizo todo lo que debía… y un poco más. La única esperanza que nos queda para mantener el circuito SailGP en España, es que Valencia sea la elegida. Negociaciones ha habido, ahora lo que falta es el dinero y la rúbrica del documento. Entiendo que si SailGP se ha lanzado a la piscina es porque tiene un Plan B.