El Celta regresa a Europa

A final de mayo el Celta vivió una de esas tardes que se quedan para siempre en el recuerdo de su gente. En la última jornada de Liga, en medio del calor madrileño, el Coliseum fue escenario de ese momento mágico en el que Williot colocó un balón al segundo palo para que Iago Aspas completase el cuento perfecto. Ese gol suponía la victoria y clasificaba al Celta para Europa ocho años después. El broche perfecto para una temporada mágica en la que la idea que había amasado durante los últimos meses de 2024 acabó por dar sus frutos en unos meses espléndidos en los que el grupo dirigido por Claudio fue agigantándose con el paso de las semanas para meterse en la pelea por Europa. Perdonó en casa contra el Rayo en la penúltima jornada y eso le empujó a la decisiva victoria al campo del Getafe. Allí acompañaron al Celta casi diez mil almas, llenas de esperanza y rebosantes de ilusión, para convertir el estadio madrileño en un pequeño Balaídos que enloqueció de felicidad en una de esas noches imposibles de olvidar. El hecho de que Iago Aspas, el hombre que lloró en Old Trafford en 2017 y prometió devolver al equipo a Europa, anotase el gol decisivo, fue el final perfecto al día.