El análisis del consumo de agua potable y del volumen de agua residual tratado en la estación depuradora de las zonas de s’Illot, Sa Coma, y Cala Millor durante el periodo 2020-2024 muestran una evolución clara de presión sobre los recursos hídricos y las infraestructuras de saneamiento, ligado al aumento de la presión turística. Entre 2020 y 2022 el consumo de agua potable pasó de poco más de un millón de metros cúbicos anuales a superar los 2,1 millones, lo que representa un incremento superior al 100% en tan solo dos años. De forma paralela el volumen de entrada a la depuradora se eleva de 962.112 metros cúbicos el 2020 a 1,8 metros cúbicos el 2022.