Nívola Uyá es de esas artistas cuya obra se reconoce enseguida, sin necesidad de firmas ni carteles que indiquen su autoría. Una colorida paleta que le sirve para dar forma a unos trazos llenos de delicadeza y que, a la vez, están llenos de fuerza. En conjunto, su trabajo, aunque puede no ir acompañado a veces de textos, es narrativo: siempre cuenta algo, una historia.