En apenas tres días los 64 juzgados que hay en Palma desaparecen para integrarse en un único tribunal de instancia. La reforma de mayor calado en la estructura judicial que se ha llevado a cabo en décadas en España arranca entre dudas e incertidumbre en las sedes judiciales aunque sus efectos no serán plenamente visibles para el público hasta el día siete de enero, cuando se alza el telón tras el parón navideño.