Entre el derrumbe del modelo clásico, la nostalgia como motor y una cartelera cargada de apuestas máximas, el año que viene se perfila como un año bisagra para el cine global: o la industria confirma su repliegue definitivo, o ensaya un regreso con ambición, riesgo y deseo de volver a convocar al público en las salas. Leer más