El año que ahora termina se puede repasar, declaración a declaración, por lo expresado por el técnico blanquiverde. De buscar la estabilidad a tener ante sí un objetivo más ambicioso por parte del Córdoba CF, algo que se le está atragantando en este final de año. Quizá el 2025 está siendo el año más complicado para Iván Ania como entrenador del Córdoba CF. El 2023, habiendo llegado cuatro meses antes, se cerró con la ilusión del ascenso. El adiós al 2024 fue más que dulce, con el regreso al fútbol profesional de los blanquiverdes y un final de año esperanzador, ya que los resultados últimos confirmaban la ilusión por una permanencia tranquila. El 2025 es, quizás, el año que más incertidumbre deja de los tres en los que el ovetense se ha comido las uvas en Córdoba. La estabilidad no se pone en duda, pese a que el descenso acecha con cierta cercanía. Pero lo que sí parece más complicado es cumplir con el objetivo que el club puso hace unos meses. El presupuesto de la entidad blanquiverde, el aumento del límite salarial de la plantilla y la evidencia -reconocida por el propio entrenador- de que, a priori, se disponía de mejor vestuario, obligaba a mirar a los puestos de ascenso a Primera División. Hace una década que el Córdoba no pisa la zona noble de Segunda División. Y ese será el reto para Iván Ania y los suyos en 2026. Pero por los comentarios que ha ido dejando el técnico cordobesista a lo largo del 2025 se puede adivinar la ruleta rusa de emociones que ha vivido en el Córdoba en el año que se cierra en unos días. En el 2026, los movimientos hacia arriba y hacia abajo seguirán produciéndose.