Desestacionalizar la demanda para captar visitantes en las distintas épocas del año, y producir un modelo rentable que además resulte sostenible, son algunos de los retos principales del turismo, un motor económico que nutre sectores clave para el mercado laboral como la hostelería, el comercio y los hoteles, aunque estos últimos han notado la competencia de las viviendas de uso turístico. Un total de 1.146 alojamientos de este tipo —había 792 en agosto de 2022— aportan a la oferta de viajes un total de 6.262 plazas, más que los hoteles, que no alcanzan las 6.000. La afluencia en apartamentos turísticos llegó a 13.235 personas entre enero y octubre de este año —el 19,4%, extranjeros—, un 30% más que en ese mismo periodo de 2024, con 10.181 clientes.