Ha quedado atrás la Navidad, que este año ha venido acompañada de una subida alarmante en los precios, en todo aquello que, a pesar de que ahora se puede consumir durante los doce meses la mayor parte de esos productos, antes eran prohibitivos. Recuerdo cuando se criaba al pavo con mimo para que llegase a estas fechas, y cómo cuando el ave se resistía una vez degollado salía corriendo por el pasillo de la casa queriendo huir con el cuello colgando.