En aras de la variedad de firmas, hace bien el Noticias en dosificar lo que catapultan a la luz de todo cuanto les envío. Las letras que finalmente logran las bendiciones del periódico no las puedo malograr en polémicas. Del entorno de la directora de Aro berria me salen al paso pidiéndome cuentas de lo publicado, pero todos deberíamos pedirnos mutuamente permisos. Por supuesto antes de la primera claqueta… El artículo que publiqué en estas mismas páginas con el título Lizaso en el corazón iba con todas las aristas recortadas. No era ácido en absoluto. No es mi estilo. Contenía, sobre todo, un recuerdo elogioso de ese tiempo comunitario y guardaba poco espacio para una discrepancia sumamente respetuosa.