Miguel de Unamuno frente al pesimismo filosófico

Schopenhauer considera que no es reconfortante la idea de una creación divina donde existe el mal. De hecho, afirma que el mal existente en el mundo es incompatible con la idea de un Dios todopoderoso, por lo que niega su existencia y añade que no vivimos en el mejor de los mundos posibles, como pretendía Leibnitz, sino en un mundo material donde hay sufrimiento, miseria, enfermedades y catástrofes. Y en este valle de lágrimas, el ser humano sigue viviendo por la fuerza de una especie de instinto irracional, ciego e insaciable al que llamó voluntad de vivir.