Robe, el hombre pájaro

A veces cuando la vida se vuelve un lugar demasiado estrecho, se nos forma en la garganta un nudo que no sabemos deshacer. Estas semanas, para muchos y muchas, han sido así. Han sido de esos días en los que desearíamos que se nos llevase el aire, como si quisiéramos despertar. Casi paralizados. Esa parálisis que se siente cuando abres la nevera por cuarta vez en diez minutos buscando la respuesta de la existencia, y lo único que encuentras es medio limón reseco de la semana pasada.