Ir a arrancar el coche y descubrir que el motor no se pone en marcha, sino que se escucha un claqueteo y parpadean las luces del cuadro de instrumentos es una avería común y lo habitual es que sea cuestión de la batería. A veces tiene que ver con que esta pieza tan importante ya está llegando al final de su vida útil, pero en otros casos puede deberse a haberse dejado las luces encendidas o los intermitentes puestos al aparcar (los coches modernos se apagan automáticamente), o a otro hecho puntual. Y necesitaremos una ayuda externa para arrancar, porque la batería es la que alimenta el motor de arranque, que se encarga de poner en marcha el motor.