Hoy domingo se cumple el segundo aniversario del relevo en la Alcaldía de Pamplona, que vino precedido de un inédito acuerdo entre los socialistas y la izquierda abertzale que abrió la puerta a una moción de censura solo seis meses después de haberse celebrado las elecciones. Hasta ese momento, y con la única excepción de 2015, una sucesión de gobiernos municipales, en su mayoría de UPN, habían dirigido los destinos de la ciudad con mano firme, con sus aciertos y sus errores, sustentados en una mayoría de votos que no siempre reflejó el sentir real de la ciudad e ignorando en no pocas ocasiones a una parte de su población.