Reducir la ingesta de grasas saturadas muestra beneficios en la mortalidad, pero sólo en individuos de alto riesgo

Especialistas de universidades en Canadá y Estados Unidos concluyen que disminuir el consumo de grasas animales y reemplazarlas por poliinsaturadas ayuda a personas vulnerables a reducir el riesgo de fallecimiento y episodios cardíacos según una revisión de ensayos recientes