Ibercisa, la empresa gallega que exporta el 80% de su producción, nos cuenta cómo empezó a salir fuera: "Nada que ver..."

La empresa gallega Ibercisa, especializada en maquinaria naval, ha consolidado un modelo de negocio en el que la exportación es el pilar fundamental. Actualmente, cerca del 80% de su facturación proviene de mercados internacionales, con presencia en más de 50 países cada año. Roberto Rodríguez Orro, de la compañía, explica que esta vocación internacional ha sido una constante desde los inicios de la empresa. Fundada por Alfonso Paz Andrade en 1969, Ibercisa comenzó fabricando equipos para barcos pesqueros. Sin embargo, según Rodríguez Orro, la compañía "nace con vocación internacional", abordando desde sus primeros años mercados como el de Escocia. Con el tiempo, ha ampliado su actividad a otros sectores como los remolcadores, buques militares para la Armada Española, la oceanografía y los buques mercantes, operando hoy en día con una plantilla de 130 personas. Roberto Rodríguez Orro recuerda cómo eran los primeros pasos de la empresa en el exterior, una realidad muy distinta a la actual. "Sí me contaban de aquellos años en los que se iban a montar una feria en Reino Unido llevando todos los bártulos a un coche, y esas aventuras en casi una road movie", rememora. Estas anécdotas contrastan con las facilidades actuales, donde la tecnología y las ayudas públicas han simplificado los procesos de internacionalización. Según explica, en aquel entonces, "era bastante más complejo todo esto y las inversiones eran mucho mayores comparativamente hablando". Hoy, la situación es diferente gracias al apoyo institucional. Todos los años cuentan con ayudas de la administración autonómica para la exportación, principalmente para cubrir gastos de viajes y asistencia a ferias internacionales. A pesar de la utilidad de este respaldo, Rodríguez Orro subraya que las ayudas no lo son todo. "Yo creo que ninguna empresa se puede plantear el ir fuera solamente porque tenga ayudas, hacen falta bastante más cosas", afirma. En su opinión, estos apoyos son catalizadores, pero no sustituyen el trabajo de fondo. "Las ayudas son catalizadores pero no son el motivo de salir fuera". Es necesario "tener un plan, una infraestructura mínima y un conocimiento de los mercados". Finalmente, Rodríguez Orro destaca una ventaja competitiva cultural de las empresas españolas en el extranjero. Considera que en España hay una mayor capacidad de adaptación por ser una mezcla de culturas. "Somos una mezcla de culturas muy cercana a la oriental y a la occidental", comenta, lo que, en su opinión, es "una ventaja de la que no somos conscientes" a la hora de abordar mercados tan diversos como los de Asia, Norteamérica o Europa.