El debate sobre qué versión de Coca-Cola es más o menos perjudicial para la salud parece no tener fin. El doctor David Céspedes, en un vídeo que se ha popularizado rápidamente en TikTok, ha querido arrojar luz sobre este asunto con una afirmación tajante: ninguna Coca-Cola es saludable. El facultativo analiza cada una de las opciones para que el consumidor pueda tomar decisiones informadas. Céspedes señala directamente a las versiones sin azúcar como las más dañinas. "La peor de todas es, sin duda, la Coca-Cola Light o Zero", afirma. El motivo principal, según explica, es la presencia del aspartamo, "una sustancia que nuestro cuerpo no puede metabolizar bien y que termina alterando el cerebro, la microbiota y el metabolismo". A pesar de que muchos consumidores puedan pensar que la versión original es preferible al no contener edulcorantes artificiales, el doctor advierte que tampoco es una alternativa recomendable. El problema de la Coca-Cola original reside en su alto contenido en jarabe de maíz con alto contenido en fructosa, un ingrediente que describe como "literalmente una bomba para el hígado". Una sola lata de este refresco, según detalla Céspedes, aporta aproximadamente 36 gramos de azúcar. Esta cantidad es suficiente para "disparar la glucosa y, sobre todo, generar inflamación en el organismo", lo que la convierte en una opción igualmente perjudicial para la salud si se consume de forma habitual. Ante la pregunta de cuál sería la elección más acertada para un consumo ocasional, el doctor ofrece una recomendación clara: optar por las presentaciones de vidrio. La primera razón es evitar el revestimiento plástico que tienen las latas, un material que ha generado preocupación por la posible migración de sustancias al líquido, como ha ocurrido en la retirada de lotes de productos de la marca en Europa. La segunda ventaja, y quizás la más importante desde el punto de vista metabólico, es que las botellas de vidrio "suelen estar elaboradas con azúcar de caña". Este tipo de azúcar, a diferencia del jarabe de maíz, "el cuerpo lo procesa mucho mejor", explica el facultativo. En conclusión, el doctor Céspedes insiste en que, si alguien decide "darse el gusto", es fundamental hacerlo con moderación y siendo plenamente consciente de los ingredientes. La clave, según su criterio, es "saber perfectamente qué es lo que hay dentro de la botella" para tomar la decisión menos perjudicial posible.