Los soldados del Imperio Romano aplastaron a Aníbal y a Viriato, pero no pudieron ante un temible enemigo: la diarrea

Si hay una civilización a la que el imaginario colectivo español dedica festividades y eventos varios, ese es el Imperio Romano . No obstante, estuvieron más de seis siglos en la península ibérica gracias a su magnífica labor de expansión. En su mejor época, Roma llegó a abarcar tres continentes : desde Gran Bretaña a los Cárpatos en Europa, el norte de África y Asia menor. Para llevar a cabo tal extensión sus legiones tuvieron grandes contiendas en forma de guerras Púnicas, la batalla de Cannas o la de Pidna. La dura batalla por el bienestar intestintal . Por si la vida en el frente no fuera lo suficientemente dura, los soldados que custodiaban la frontera noroeste del imperio romano tenían que confrontar una dura guerrilla que no es tan épica como para aparecer en los libros de historia pero que también causaba bajas: la de los parásitos intestinales. Más concretamente, en el norte de Inglaterra, cerca del muro de Adriano. Porque un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford y Cambridge ha descubierto tras analizar el sistema de alcantarillado del fuerte romano de Vindolanda tres tipos de parásitos intestinales: lombrices intestinales, tricocéfalo y giardia duodenalis . De hecho, es la primera vez que se documenta la giardia en la britania romana. Los tres parásitos intestinales, bajo el microscopio. Las lombrices intestinales, el gusano látigo o tricocéfalo y el protozoo conocido como g iardia lamblia, intestinalis o duodenalis son tres parásitos del aparato digestivo que se propagan por una mala higiene o por el contacto entre heces humanas infectadas con alimentos, bebidas y manos. Las lombrices intestinales son un helminto que mide entre 20 y 30 centímetros de longitud y habitan en el intestino. Las más comunes entre humanos son los oxiuros y la ascariasis. Su presencia en el intestivo puede provocar dolor abdominal, fiebre y diarreas. Los tricocéfalos son unos nematodos que tienen unos cinco centímetros de longitud. Un tricocéfalo adulto puede consumir al día 0,0005 ml de sangre, por lo que una presencia alta de este parásito se puede traducir en fuertes anemias. Asimismo, pueden causar prolapso rectal, apendicitis y diarrea si le acompaña una invasión bacteriana. Una infección por gusano látigo es más común en niños y en localizaciones cálidas y húmedas, además de en lugares con malas condiciones sanitarias y/o de higiene. La giardia intestinales es un tipo de parásito microscópico que todavía hoy en día causa serios brotes de diarrea. Los síntomas de una infección por giardia son calambres abdominales, hinchazón, malestar estomacal y heces blandas. Según la Clínica Mayo , la giardiasis es una de las causas más comunes de enfermedades transmitidas por el agua en Estados Unidos. Lo mínimo que tenían era malnutrición y diarrea . Los tres tipos de parásitos, que hoy son fácilmente diagnosticables y tratables para una completa recuperación, no lo eran tanto en la antigua Roma. Como explica la coautora del estudio y arqueóloga de la Universidad de Cambridge Marissa Ledger: "Aunque los romanos eran conscientes de los gusanos intestinales, sus médicos podían hacer poco para eliminar estas infecciones o ayudar a quienes sufrían diarrea, por lo que los síntomas podían persistir y empeorar. Estas infecciones crónicas probablemente debilitaban a los soldados y reducían su capacidad para el servicio." En Xataka El hormigón romano ha sido un "misterio" durante décadas: una obra a medio hacer en Pompeya nos lo está resolviendo El fuerte Vindolanda es una auténtica joya para profesionales de la historia y la arqueología. Situado entre las actuales Carlisle y Corbridge, en Northumberland, se construyó a principios del siglo II d.C. para para proteger la provincia de ataques de tribus del norte y vigilar el imponente muro de Adriano , que se extiende desde el mar del Norte hasta el mar de Irlanda, con fuertes y torres distribuidos a lo largo de su extensión. En el fuerte había unidades de infantería, arqueros y caballería procedentes de todo el Imperio. Más allá de la magnificencia de la construcción, lo más interesante es el jugo que ha ofrecido Vindolanda a amantes de la historia porque gracias a su suelo saturado de agua se han conservado una gran cantidad de objetos orgánicos: mil tablillas de madera que servían como una suerte de cuadernos de bitácora, más de 5.000 sandalias de cuero y también restos fecales. Los sedimentos de un desagüe del siglo III procedente de una letrina del complejo termal han sido la fuente de esta investigación. Los vigilantes del muro se defecaban vivos. A partir de 50 muestras de sedimento tomadas a lo largo del conducto, de unos nueve metros de longitud, encontraron desde cuentas romanas a cerámica pasando por huesos de animales. Y bajo el microscopio, toda una fauna intestinal. Aproximadamente el 28% de las muestras tenía huevos de lombrices o tricocéfalos, y una de ellas de las dos. Usando la técnica biomolecular ELISA detectaron la giardia . Asimismo, analizaron una muestra de otro fuerte construido en el año 85 d.C. y abandonado en el 92 d.C., donde encontraron lombrices y tricocéfalos. Así dedujeron que los soldados sufrieron de deshidratación y enfermaron con brotes de giardia en verano, normalmente asociada a agua contaminada y de rápida expansión. Podría ser peor . La alta carga de parásitos intestinales detectados en Vindolanda no es un hecho aislado, en tanto en cuanto son similares a otros enclaves militares romanos como Valkenburg (Países Bajos), Carnuntum (Austria) o Bearsden (Escocia). Y tenían que dar hasta las gracias, porque en los yacimientos urbanos como Londres y York la diversidad parasitaria era mayor, incluyendo tenias. No era tan bonito como parece . Aunque existan ideas preconcebidas y romantizaciones sobre cómo era ser un soldado romano, el Dr. Andrew Birley, director ejecutivo de Vindolanda Charitable Trust tiene claro que no era nada fácil: "Las excavaciones en Vindolanda siguen encontrando nueva evidencia que nos ayuda a comprender las increíbles dificultades que enfrentaron quienes fueron destinados a esta frontera noroccidental del Imperio Romano hace casi 2000 años, desafiando nuestras preconcepciones sobre cómo era realmente la vida en un fuerte y ciudad fronteriza romana". En Xataka | La muerte de un imperio es el nacimiento de otro: el gráfico que repasa la historia de las civilizaciones desde hace 4.000 años En Xataka | Llevamos décadas llamando ‘ladrones’ a los cristianos por quitarles la Navidad a los romanos. Pero la historia no fue exactamente así Portada | Foto de 709am en Unsplash - La noticia Los soldados del Imperio Romano aplastaron a Aníbal y a Viriato, pero no pudieron ante un temible enemigo: la diarrea fue publicada originalmente en Xataka por Eva R. de Luis .