Truco en carretera - El ADAC reunió una serie de pautas pensadas para conductores expuestos al frío intenso, con acciones fáciles basadas en objetos comunes que permiten mantener el uso normal del coche sin recurrir a reparaciones ni forzar piezas Los cuatro colores de la nieve a los que hay que prestar especial atención en la carretera Las bajadas de temperaturas traen heladas que afectan al uso diario del coche y a su disponibilidad inmediata. Estas situaciones aparecen de forma recurrente en invierno y obligan a prever problemas habituales que surgen tras una noche al raso. El frío intenso actúa sobre superficies, mecanismos y gomas, y puede impedir operaciones básicas como abrir una puerta o ver con claridad. Por eso conviene anticiparse con medidas simples que reducen el esfuerzo posterior y evitan daños en el vehículo. Prepararse para estas eventualidades, sobre todo en zonas donde hace mucho frío, resulta especialmente relevante cuando el vehículo duerme en la calle y no en un garaje cerrado. El club automovilístico alemán propone soluciones sencillas para las heladas El ADAC publicó una serie de consejos prácticos para reducir los problemas que las heladas causan en distintos elementos del coche durante el invierno. El club automovilístico alemán, equiparable al RACE en España, recopiló soluciones sencillas pensadas para conductores que se enfrentan a temperaturas muy bajas. Las recomendaciones se centran en objetos cotidianos y gestos previos que ahorran tiempo al día siguiente. El objetivo es mantener la movilidad sin recurrir a intervenciones más costosas ni forzar piezas sensibles del vehículo. Uno de los trucos más útiles se aplica a los retrovisores exteriores , que suelen amanecer cubiertos de hielo. El ADAC indica que cubrirlos con calcetines viejos de tamaño suficiente evita que el vidrio se congele durante la noche. Este gesto reduce la necesidad de rascar o calentar la superficie, y permite iniciar la marcha con visibilidad adecuada. En el parabrisas, colocar una lámina protectora o un cartón resistente cumple una función similar y ahorra tiempo al retirar el hielo. El club desaconseja usar papel o periódicos porque se congelan por completo y se adhieren al cristal, por lo que acaba siendo un inconveniente. El invierno complica el arranque del coche tras pasar la noche en la calle La formación de hielo en la cerradura representa otro de los problemas frecuentes en coches antiguos con apertura mecánica. Para estos modelos, el ADAC sugiere tapar la ranura con cinta adhesiva antes de la noche, de modo que el agua no entre y no llegue a congelarse. Si la cerradura ya está bloqueada, la única solución eficaz pasa por utilizar un descongelante específico. Este producto no debe guardarse dentro del coche, ya que el acceso al habitáculo queda bloqueado cuando la cerradura falla. Las escobillas del limpiaparabrisas requieren un cuidado específico durante el invierno porque el hielo puede adherirse a la goma. Colocar fundas de plástico evita que queden pegadas al cristal y mantiene su flexibilidad. El papel y el cartón no resultan adecuados en este caso, ya que también pueden congelarse y adherirse. Algunos conductores optan por plegar las escobillas , aunque expertos advierten de la tensión añadida sobre el mecanismo, si bien el ADAC considera poco probable que el muelle pierda presión de forma apreciable. La preparación previa reduce daños y mantiene el uso diario del vehículo Cuando el coche pasa la noche en la calle con temperaturas muy bajas, las consecuencias no se limitan a la incomodidad inicial. En situaciones extremas , ciertos componentes pueden dañarse y el acceso al vehículo puede quedar comprometido. El hielo afecta a cerraduras, juntas y superficies móviles, y obliga a emplear más tiempo y cuidado al iniciar la marcha. Estas circunstancias explican la importancia de aplicar medidas preventivas antes de que el frío actúe. Dentro de sus recomendaciones generales, el ADAC insiste en la preparación previa como la forma más eficaz de afrontar el invierno. Llevar en el coche objetos simples como calcetines viejos, cinta adhesiva o fundas de plástico permite responder con rapidez a las heladas. A su vez, en vehículos con cierre remoto, aplicar hidratador en las juntas de las puertas ayuda a evitar roturas causadas por aperturas forzadas repetidas. Estas prácticas mantienen el funcionamiento normal del coche durante los meses más fríos sin alterar su uso cuando se necesite.