María Doussinague, la madre que rechazó abortar a su hija síndrome de Down: "El enfoque médico se centró exclusivamente en lo negativo"

Con motivo de la Jornada Mundial de la Sagrada Familia,  'Ecclesia es Domingo' ha conocido el testimonio de María Doussinague, madre de Marieta, una niña de doce años con síndrome de Down. Durante su intervención, Doussinague ha defendido el valor de la familia como "el centro de mi vida", definiéndola como el lugar "donde creces y donde se te quiere de forma incondicional, con independencia de lo que seas o hagas". Para ella, la familia es la "red" fundamental de la sociedad, un espacio de seguridad y acogida que aporta valores como el amor incondicional, el respeto y el apoyo mutuo. Doussinague ha expresado su "mucha tristeza" y "desolación" ante cifras como los más de 106.000 abortos registrados en España, según los datos aportados en la entrevista. Una realidad que, en el caso del síndrome de Down, es aún más dramática, ya que "más del 90 por 100 de los bebés con síndrome de Down son abortados". Ante esta situación, ha afirmado con rotundidad que "un aborto es siempre un desastre para una familia, para una mujer sin duda, pero para una familia en general también". Su experiencia personal con el diagnóstico prenatal de su hija Marieta confirma la presión del sistema. Tras un resultado de "riesgo alto", relata cómo todo el proceso parecía industrializado para un único fin. "El propio ginecólogo me cogió cita al día siguiente para hacerme la amniocentesis, confirmar el diagnóstico y poder abortar", ha explicado. Durante todo el embarazo, el enfoque se centró exclusivamente en "lo negativo, en lo que esa niña no iba a poder hacer", sin mencionar jamás la felicidad que podría traer a sus vidas. Para contrarrestar esta narrativa, María Doussinague abrió una cuenta de Instagram donde comparte el día a día de su hija. Lo que comenzó como un espacio privado, se convirtió en una misión: "Dejar el mundo un poco mejor para mi hija". Su objetivo es derribar mitos y ofrecer un "contrapeso a todas esas ideas preconcebidas que muchas veces tenemos sobre el síndrome de Down, que son superretrógradas". A través de esta ventana a su hogar, muestra la vida normal de Marieta, sus estudios, sus amigos y sus aficiones, demostrando que la realidad es muy distinta al sombrío panorama que le presentaron. Este es su mensaje principal para los padres que reciben un diagnóstico similar. "Les diría que dieran una oportunidad a la vida, que se dejen sorprender, porque estoy cien por cien segura de que no se van a arrepentir", ha asegurado. Sin intención de "romantizar la discapacidad", reconoce que es un camino "más complicado", pero que, sin embargo, "está lleno de felicidad". Invita a las familias a asomarse a las redes sociales para ver la verdadera vida de las personas con discapacidad y todo lo positivo que aportan. Mirando al futuro, María Doussinague sueña con una Marieta "con el mayor grado de autonomía posible". Su labor como madre hoy, explica, es darle "todas las herramientas para que se pueda desarrollar al 200 por 100". La imagina "superfeliz, rodeada de sus hermanos" y, gracias a su carácter sociable, trabajando en algo relacionado con la gente. Un porvenir lleno de esperanza que dista mucho del futuro que le auguraron los médicos. Finalmente, Doussinague ha lanzado un mensaje a toda la sociedad, pidiendo dar a las personas con discapacidad "el lugar que deben ocupar por pleno derecho". En su experiencia, son un referente de valores que escasean. "Las personas con discapacidad son ejemplo de trabajo, de superación, de sacrificio", ha afirmado, destacando su "enorme resiliencia". Por ello, considera que "mirar un poquitito más hacia la discapacidad y aprender un poco más de ellos nos hace mucha falta a todos".