Carolina Marín y el silencio como victoria

Carolina Marín atesora tres medallas de oro y una de plata en los Mundiales, siete preseas doradas de campeona de Europa y el metal más preciado de los Juegos Olímpicos, obtenido en Río en 2016. En París 2024 se quedó a 10 puntos de alcanzar una nueva final que la hubiera concedido la oportunidad de convertirse en el primer jugador, mujer u hombre, en lograr dos medallas de oro olímpicas. Pero su rodilla no comprendió de ilusiones. Dijo basta. Por tercera vez a lo largo de su carrera se rompió. Desde entonces lucha por regresar a las pistas con un nivel recuperado para concederse una despedida digna de una de las jugadoras más prolíficas de los últimos tiempos, la única capaz de poner en jaque al imperio asiático, gran dominador del bádminton.