El Pórtico de la Gloria viaja en el tiempo y recupera su aspecto original en versión digital

Un fragmento del patrimonio escultórico medieval está de vuelta en nuestro tiempo. El Consello da Cultura Galega (CCG) acaba de estrenar un proyecto que reconstruye digitalmente el Pórtico de la Gloria tal y como lo concibió el Mestre Mateo en el siglo XII, restituyendo su fachada y devolviendo a su lugar original las esculturas que presiden su exterior y acaban de recuperar su lugar en la capital gallega. La guinda es un audiovisual que muestra en detalle todo el conjunto, restaurado a imagen de su policromía original y completado con elementos ausentes hoy en día. El audiovisual se lanza bajo el paraguas del proyecto KosmoTech_1200, que dirige el historiador Francisco Prado-Vilar en el marco de una colaboración entre la USC y la Fundación Catedral, con apoyo de la Agencia Estatal de Investigación. Y coincide con el regreso a Compostela de las esculturas de Ezequiel y Jeremías, culminando el viacrucis judicial que se inició con su expropiación franquista. Aunque ya antes de eso —señala el historiador—, en el siglo XVI, estas piezas, junto a las de Enoc, Elías, David, Salomón, Zacarías y la figura de Santiago Caballero, que formaban parte del programa original del Pórtico de la Gloria, habían sido retiradas de su emplazamiento para acometer las reformas de la fachada occidental de la Catedral. Prado-Vilar cuenta, en conversación con ABC, cómo durante la reconstrucción en 3D —virtualizada por Alexandre González— cada una de las esculturas se sometió a un proceso de restauración digital mediante anastilosis —la reconstrucción de partes perdidas mediante un análisis de fragmentos dispersos— para recuperar su policromía original, bebiendo también de documentación e investigaciones previas. Y este elemento, recalca el experto, «cumple una función didáctica» porque facilita comprender el simbolismo tras las vestimentas, los rasgos y las posturas que se representan. Pero la reconstrucción no se limita a las esculturas. A partir de modelos fotogramétricos se restituyen también elementos estructurales de la fachada, desde el arco exterior —del que se conservaban «dovelas de extraordinaria complejidad ornamental»— al gran rosetón central. Y el trabajo que se ha hecho con este último tiene especial importancia porque a día de hoy no se conservan restos de la pieza; así que el equipo optó por una solución científica: ampliar digitalmente el modelo de los rosetones laterales mateanos, estos sí conservados y documentados, para ofrecer «una recreación verosímil» y coherente con el conjunto que integra. El audiovisual resultante, de dieciséis minutos y visionable tanto en YouTube como en la web del CCG, presenta con menudencia el programa iconográfico que diseñó en su tiempo el Mestre Mateo. Como explica Prado-Vilar, la fachada se organizaba en tres grandes sectores, todos cuidadosamente integrados con el interior del Pórtico, de forma que guiase al peregrino a través de los episodios del Apocalipsis y del Juicio Final. Y por eso las esculturas exteriores no eran elementos aislados, incide, sino que formaban parte de un relato visual pensado como una experiencia inmersiva. El proyecto integra un especial que publica el CCG y muestra documentación histórica inédita —cartas, fotografías, archivos y testimonios— que en adelante permitirá a los investigadores seguir el rastro de estas piezas conforme fueron cambiando de manos durante el siglo XX. Más allá de su valor divulgativo, el historiador destaca que este proyecto abre nuevas vías para la investigación y la conservación del patrimonio. «Hoy tenemos la tecnología para rematerializar estas obras», precisa. No en vano, el Coloso de Constantino, una obra de la que solo se conservaba la cabeza, pudo ser reconstruida el pasado año. En un futuro próximo, quizás podamos ver el mismo Pórtico que recibía a los peregrinos hace casi mil años.