Valencia Basket despierta a tiempo y remonta 17 puntos ante Morabanc Andorra (84-79)

Con Braxton Key, Josep Puerto y Sergio De Larrea como descartes, Valencia Basket afrontó su penúltimo choque del inolvidable 2025. El martes recibe al Partizan en Euroliga. El choque estuvo marcado por la alerta roja que sonó en los móviles poco antes del comienzo del encuentro. Sin duda, las fuertes lluvias condicionaron la asistencia al Roig Arena. De salida el equipo se mostró impreciso, algo que aprovechó el Morabanc Andorra para un 4 a 12 inicial. Entró Pradilla y se notó, 10 a 12, minuto 7. El maño es un jugador clave con sus ganas y transiciones, pero también con su mejorado juego de poste. Un recurso del que el equipo se aprovecha cada mejor. Pero los primeros once triples no entraron y hasta el decimosegundo, de Jean Montero, no se rompió la piñata. Suficiente para acabar arriba el primer cuarto, 18 a 16, con genialidad de Badio. Los ocho rebotes ofensivos, compensaban la baja puntería exterior... y agobiaban a los visitantes. Aún así los andorranos obstruían los ataques taronja y, en ataque, generaban a partir de Pustovy en pintura. El segundo triple fue de Badio, para un 2 de 17, con el que se estaba 25 a 26 en el marcador.  El tercero, también del senegalés, le devolvió la delantera, 30 a 28. Aunque Joan Plaza, discípulo de Pedro en la Penya, también mata a triples. Su Morabanc Andorra es el tercer equipo de la ACB que más tira del 6'75. Lo de perdonar, a un pistolero como Kuric no se le da bien y puso un meritorio 30-37 para los suyos, que Best aumentó hasta un peligroso 30-42. Menos doce. Ojo. Menos trece, 32-45 con otro triple de Kuric para irse a vestuarios. El 3 de 21 (14 por cien) no se sostenía ante el 9 de 18 del huésped. Urgía una vuelta de tuerca a la defensa, para correr, para tener más ritmo. La tendencia se mantuvo y Morabanc puso un inquietante 32-49, menos diecisiete. Dos triples, Badio y Reuvers. Luz, 38-49. Más una buena continuación de Pradilla, 40-49. Minuto de Plaza, porque el Roig Arena empezó a desperezarse. Otra bomba de Badio, 43-49. Okoye y Pons rompieron el parcial. Pero había despertado Valencia Basket y ya era un pelotón detrás de unos intrépidos ciclistas escapados con muchos kilómetros hasta meta. La defensa fue el mejor ataque. Varios robos con canasta y 51-53, minuto 29. Tiempo de Plaza para transmitir calma ante el vértigo. Surtió efecto y respiraron, 53-57 para cerrar cuarto. Una técnica a Kuric y una canasta en un aclarado de Badio sobre el escolta norteamericano pusieron a los valencianos otra vez sobre los talones de su rival, 56-57. Pradilla, siempre atento, dio la primera ventaja en siglos, 58-57. Era el momento para no mirar atrás. Pradilla dio el impulso necesario. Rebote ofensivo y canastón con pico y pala. Otra recuperación, mate de Montero y el choque patas arriba ya. Minuto de Plaza, 64-59. Otra reacción buena, con Kuric empatando a 64. Pero Taylor, con un triple apurado, mantuvo la distancia. Pero los visitantes no querían entregarse, Okoye metió un triple... pero Moore respondió con otro. Evans forzó un dos más uno, como un penúltimo cartucho, 74-72, minuto 37.  El base empató con otra gran penetración, pero Badio robó la cartera para el 76-74. Ante el posible vértigo el senegalés ni se inmuta. Taponazo y después asistencia para mate de Costello. Papi no tiene miedo y, por eso, es tan importante entre jugadores del nivel de Montero, Thompson, Moore o Taylor. Kostadinov la luchó hasta el final. Puestos a caer, hacerlo con honor, y eso hicieron los del Principado. Honor a su planteamiento defensivo y a su coraje.