La Justicia Federal puso la lupa sobre una presunta "mafia interna" en el Servicio Penitenciario Federal que manejaría un negocio de 25 millones de dólares anuales. Las denuncias de los internos exponen una situación humanitaria crítica, con viandas que contienen restos de insectos, metales y bacterias, mientras se sospecha de la complicidad de las máximas autoridades penitenciarias.