En 2011 se redactó el primer Pla de Bioseguretat del Parc Natural de sa Dragonera con el objetivo de erradicar la numerosa población de ratas (Rattus rattus) en la isla y prevenir futuras llegadas. El plan se aplicó con un gran éxito a través de dos dispersiones aéreas (con un helicóptero) de un raticida que no representaba ningún peligro para el resto de especies, con la excepción de efectos en algunas gaviotas al ingerir directamente el veneno o ratas muertas o moribundas. El éxito de la desratización fue tal que el parque natural fue declarado libre de ratas.