El Arco de la Drassana del Palau de la Almudaina, en Palma, resalta como uno de los últimos y más significativos vestigios de la época musulmana en la ciudad. Con una antigüedad que se remonta a once siglos, esta imponente estructura representa un punto de conexión con la histórica Ciutat islámica. La reciente preocupación por el patrimonio histórico y cultural propios ha vuelto a poner el foco sobre elementos de valor incalculable, especialmente tras el reciente derrumbe en la torre medieval de Porto Pi este mismo mes de diciembre. El incidente ha subrayado la vulnerabilidad de estas construcciones milenarias y la necesidad imperante de protegerlas así como de conocer su historia para apreciarlas en toda la dimensión que merecen.