Cuenta Pilar que su hija Ainara le pidió un día que cogiera una pistola. «¿Para qué, hija?». «Para que me pegues un tiro y acabes con esto», contestó la chica. «Esto» era el dolor insoportable de un cáncer de cérvix imparable que se llevó a Ainara, 38 años, el pasado 24 de junio. Sin pistolas. «Igual que te decía eso, a la media hora quería seguir viviendo», continúa la madre. Le pedía a Dios algo de tiempo: «Si me diera un añito más para disfrutar mi casa…». La había comprado en el 2023. Sigue la madre: «Ainara era pura vida». De hecho, asegura, realmente, a su preciosa hija « nunca le entró en su cabeza la idea de morir .... Ver Más