El año cierra con la noticia de dos docentes argentinos, un hombre y una mujer, que competirán dentro de un universo de 5.000 seleccionados por el Premio Mundial al Docente, que organiza una fundación y la Unesco. Ahí tenemos a dos paladines de la sociedad y no los oficios indeseables que promociona un libro que el Presidente les regaló a sus ministros.