Pontevedra no descansó ayer. A pesar de que el termómetro invitaba a quedarse en casa, el sol terminó por animar la jornada y el centro vivió un domingo de «caos» controlado. Fue el último del mes y, para muchos, la última oportunidad de asegurar los regalos de Reyes. Desde el epicentro comercial de Benito Corbal hasta las calles adyacentes, el veredicto de los trabajadores es unánime: este diciembre, abrir en domingo ha compensado y la campaña de Navidad está resultando más exitosa que la del pasado año.