El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas sociales y Pontevedra no es ajena a este fenómeno. En plena escalada de precios, cada vez es más difícil adquirir una vivienda, por lo que la modalidad del alquiler cobra paulatinamente más fuerza pese a que las cuotas también crecen de manera progresiva.