El calentamiento global está afectando de forma progresiva a cada vez más ámbitos de nuestra vida cotidiana: el bienestar en las ciudades, la salud, la agricultura o incluso el turismo. Pero lo que no se sabía hasta ahora es que también está afectando al precio de la vivienda, tanto en régimen de compra como de alquiler. Así lo ha demostrado un estudio elaborado por tres expertos españoles en economía.