20 rostros para un año convulso

Este 2025 al que ya le queda muy poco para despedirse nos deja, en lo que se refiere al ámbito político, un panorama bastante más embarrado del que ya nos legó 2024 y con muchos nombres propios. Esta vuelta de tuerca es especialmente patente a nivel estatal, donde la corrupción lo salpica todo. No dejan de sumarse nuevos casos a otros ya con pedigrí, que vienen de lejos pero que van adquiriendo cada vez un tinte más grosero, al igual que el debate entre los representantes de los principales partidos en un marco excesivamente judicializado. En Euskadi, el ambiente es mucho más sereno, aunque tampoco ha faltado alguna que otra salida de tono y un aumento de la tensión en el pulso que dirimen la izquierda abertzale tradicional y GKS.